La
circulación enterohepática es un proceso cíclico que supone la reabsorción de
una sustancia que ya había sido transformada en el hígado, su posterior eliminación a
través de la bilis hacia el intestino y, finalmente, su paso de nuevo al hígado a
través de la sangre.
Puede
contribuir a esta reabsorción de fármacos la acción de la flora
intestinal. Por
ejemplo, ciertas bacterias que residen de forma habitual en nuestro intestino,
poseen enzimas (glucuronidasas) que ”liberan” el fármaco original de su
conjugado con ácido glucurónico (producto no absorbible).
Estos procesos dan
origen a una
circulación enterohepática en
que parte del fármaco que pasa a la luz intestinal es reabsorbido, y como
consecuencia de esto (acción bacteriana) se prolonga la duración de la acción del
fármaco.
Aumenta su biodisponibilidad y vida
media.
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